La prometida rebelde de Jo Beverley

 Serie “Compañía de Pícaros”, número 2

Sinopsis

Lucien de Vaux, marqués de Arden y heredero de un ducado, está a punto de contraer matrimonio con una joven dama cuando su padre, el duque, se interpone y le obliga, en cambio, a desposar a una desconocida, Beth Armitage.

El motivo de esta boda es un oscuro secreto en el pasado del duque que compromete seriamente a Lucien. A continuación, el duque visita a Beth y prácticamente la obliga a aceptar el matrimonio.

Ella siente que su vida ha llegado a su fin: se trata de una mujer independiente, adelantada a su tiempo, que comparte los puntos de vista más avanzados de su época y con particular interés en los derechos de las mujeres, mientras que el marqués parece un hombre primitivo y capaz de recurrir a la violencia.

Sin embargo, las apariencias engañan, y entre Lucien y Beth surge una sorprendente comprensión que poco a poco irá transformándose en algo mucho más intenso y apasionado.

Opinión

En los libros anteriores Lucien de Vaux era un personaje con carisma, un libertino indolente, simpático, honorable... tan seductor que desde el principio fue mi pícaro predilecto. Como suele suceder algunas veces, los mejores personajes secundarios no dan la talla cuando les toca ser protagonistas, ya que pierden el brillo y el ingenio del que hacen gala en otros libros.

En un principio el libro me atrapó completamente: me gustó el tema de los matrimonios concertados, las circunstancias por las que se inicia la relación, la conexión que se iba creando entre la pareja protagonista, la ideas que ella defendía, el desconcierto de él.

Leí de un tirón hasta el capítulo 14, no podía soltar el libro. Pero después de la boda me empecé a aburrir. Aquí esperaba algo más de acción y menos conversaciones o divagaciones. Confiaba en que cuajara la pasión que había entre ellos, en sentir la ternura que empezaba a surgir... pero no ha sido así.

La parte final del libro ha quedado bastante deslucida y con muchas acciones que no llegaron a interesarme ni lo más mínimo (como cuando Elizabeth se viste de prostituta, ¿qué sentido tiene ésto?).

Además, tampoco le ha sacado partido a los otros pícaros, para reunirlos esta vez traman una especie de robo justiciero con el que no disfruté. Quizás ya estaba bastante harta del libro.

En la historia también surge la parte violenta que parece ser una marca en los libros de Jo Beverley (ojo, sólo he leído tres). Aquí en uno de los continuos malentendidos entre la pareja, la discusión acaba en un acto violento, después hay mucho arrepentimiento y contrición pero te deja un sabor de boca amargo.

En definitiva, un libro con un gran potencial al que la autora no ha sabido sacarle provecho. Tiene una primera parte ingeniosa e intensa pero que va decayendo hasta cerrarse con un final aburrido y decepcionante. También esperaba mucho más del protagonista masculino, un personaje irónico e irresistible que no ha conseguido brillar en estas páginas.

Aunque por lo bien que lo pasé durante la primera parte ha merecido la pena su lectura.