Sinopsis
Destrozada tras descubrir que su marido y novio desde la infancia le es
infiel, Inés Santaolalla, se divorcia y decide darle un giro de ciento
ochenta grados a su vida. Mientras su hermana y su madre piensan que
está trabajando en una sucursal de su banco en Nueva York, ella, como su
admirada heroína de la novela de Muriel Barbery, acepta el empleo de
portera en un inmueble de la calle Lagasca en Madrid, una espeie de
universo paralelo poblado de seres a cuál más extravagantes.
Inés está convencida de que aquella oscura portería, además de ser un lugar inmejorable donde lamerse las heridas que aún supuran de su matrimonio, será el escenario perfecto para terminar la novela que lleva varios años escribiendo.
Sin embargo, con lo que Inés no cuenta es con el propietario del 6º derecha, un atractivo doctor que hará todo lo que esté en su mano para que ella vuelva a confiar en los hombres y el amor.
Inés está convencida de que aquella oscura portería, además de ser un lugar inmejorable donde lamerse las heridas que aún supuran de su matrimonio, será el escenario perfecto para terminar la novela que lleva varios años escribiendo.
Sin embargo, con lo que Inés no cuenta es con el propietario del 6º derecha, un atractivo doctor que hará todo lo que esté en su mano para que ella vuelva a confiar en los hombres y el amor.
Opinión
La historia me ha gustado mucho, cojea
bastante en la pareja protagonista pero la sensación que deja al
final es muy buena. Es muy divertida, con personajes secundarios
excéntricos y frescos y con unos diálogos que provocan carcajadas.
Inés Santaolalla, de 35 años, lleva
un año y dos meses divorciada cuando decide darle un cambio radical
a su vida.
Enrique Echevarría, de 42 años, es
viudo y lleva una tranquila existencia junto a su hija Blanca, de 15
años, y su labrador, Pongo. No tiene buena relación con la nueva
portera de su edificio, la señora Santos, que es una mujer gruñona
y con un genio del demonio, ella parece hacer buena liga con todos
los vecinos menos con él.
Lo mejor: el comando de operaciones
especiales que llevan a cabo la operación “Cazar al pichón”.
Desde un principio está claro que sus argumentos son un despropósito
y que se la van a pegar de plano pero he disfrutado mucho con sus
desvaríos.
Lo peor: a la pareja protagonista le
falta química, por separado tienen enjundia pero su historia me ha
sabido a poco.
En resumen, una historia muy divertida,
con situaciones, personajes y diálogos disparatados. No dejará huella por su romanticismo o intensidad pero es muy
recomendable para pasar un buen rato.
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