Sinopsis
Tiffy Moore necesita un piso barato, y
con urgencia. Leon Twomey trabaja de noche y anda escaso de dinero.
Sus amigos piensan que están locos pero es la solución ideal: Leon
usa la cama mientras Tiffy está en la oficina durante el día y ella
dispone del apartamento el resto del tiempo.
Y su modo de comunicarse mediante notas
es divertido y parece funcionar de maravilla para resolver las
vitales cuestiones de quién se ha acabado la mantequilla, cuántos
cojines son demasiados y si la tapa del váter debería estar subida
o bajada.
Claro que si a eso se añaden exnovios
obsesivos, clientes exigentes, hermanos encarcelados por error y, lo
más importante, el hecho de que aún no se conocen, Tiffy y Leon
están a punto de descubrir que lograr la convivencia perfecta no es
fácil.
Y que convertirse en amigos puede ser
solo el principio...
Opinión
Esta lectura no ha estado mal aunque es
bastante repetitiva, tiene bajones de ritmo y sus diálogos algo
alocados pueden saturar.
Tiffy es un gran personaje, se empatiza
con ella desde el minuto uno. Un torbellino simpático, optimista,
sincero, valiente y muy extrafalaria.
Me ha gustado su evolución,
aprendiendo a quererse a sí misma, aceptando un amor verdadero y
desinteresado y evitando manipulaciones.
Leon también es un buen protagonista
aunque yo no lo he visto taciturno y callado como lo definen sus
compañeros.
Es mucho más simpática su relación a
través de las notas que cuando se conocen en persona ya que pierde
un poco de magia.
En cuanto a la trama, es algo
machacona. Una vez que las situaciones se repiten y pierden la
novedad, la novela se va haciendo algo pesada y cuesta volver a leer
otra vez lo mismo (yo me salté algunas páginas).
Me gustaría volver a leer algo de esta
autora sobre todo por su sentido del humor, ternura y originalidad.