Sinopsis
Stella Lane cree que las matemáticas
son lo único que funciona en el universo. Utiliza algoritmos para
predecir compras, un trabajo que le ha proporcionado más dinero del
que sabe gastar y menos experiencia en el apartado de las citas que
la media de cualquier treintañera. No le ayuda tener Asperger y que
besar le recuerde a un pez piloto limpiando los dientes de un
tiburón.
Por eso contrata al despampanante
gigoló Michael Phan. Mitad sueco, mitad vietnamita, Michael no puede
rechazar la oferta de Stella y accede a ayudarla y rellenar todas las
casillas de su plan de lecciones amorosas, desde el juego previo
hasta más allá de la postura del misionero...
Stella no solo aprende a apreciar los
besos de Michael sino a anhelar el resto de sensaciones que le
provoca.
Pronto su asociación sin sentido
empieza a cobrarlo y el patrón que Stella descubre la convence de
que el amor es la mejor clase de lógica.
Opinión
Esta novela ha sido una decepción,
después de críticas tan buenas esperaba algo más.
Solo he leído 12 capítulos, así que
mi opinión se basa en este trozo... es que no pude seguir, tenía la
impresión de leer una versión de la película “Pretty woman”.
En un principio, me llamó la atención
conocer a Stella y su visión del mundo (aunque ya hay varios libros,
series, películas... con protagonistas con síndrome de Asperger). Y
empezó bien, su sinceridad y peculiaridades daban lugar a
malentendidos o situaciones llenas de ternura pero como el amor lo
cura todo parece que también es mágico con el autismo.
Se fue perdiendo la esencia del
personaje para terminar en una historia común, poco original y sin
nada nuevo que aportar.
Michael también me fue gustando cada
vez menos, tan dulce, comprensivo y con tantos problemas por su gran
atractivo y belleza :-)
Yo me animé a leerla gracias a esta reseña, más entusiasta que la mía y algo deslenguada.
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