Sinopsis
Una hermana a la que hace siete años
que no ve...¿Las circunstancias de la vida harán que sea su mayor
apoyo?
Ainsley O’Leary está preparada para
casarse, preparadísima: incluso ha encontrado el anillo de
compromiso que su novio guardaba escondido. Lo que no se esperaba es
que Eric le diera plantón sin miramientos y lo publicara en un blog
que, como no podía ser de otra manera, acaba por hacerse viral.
Destrozada y humillada, decide acercarse a su media hermana, Kate,
que lucha ella misma para recuperarse tras la pérdida de su marido.
Kate siempre ha sido la hermana
inteligente, la que estaba segura de sí misma... pero la muerte de
Nathan lo ha cambiado todo. Nada de lo que ella tenía por seguro lo
es, y en eso se incluye su marido fallecido. Tampoco la gente que
aparece tras algo así es aquella a la que esperas. Tras siete años
de casi ni hablarse, ahí está Ainsley, una hermana con la que nunca
se ha llevado bien. No obstante la pena compartida hace que se sus
mundos se acerquen hasta convertirse en uno.
Ambas hermanas tendrán que apoyarse
para mantenerse a flote y, sobre todo, aprender lo que es una
familia; algo inevitablemente imperfecto, y lo que es el amor.
¿Volverán a encontrarlo?
Opinión
No es el mejor libro de esta autora
pero es agradable y se deja leer.
He pasado un buen rato con ella pero
hay muchas cosas que se hacen algo cansinas, como todas las dudas de
Kate.
Por otro lado, las dos relaciones son
bastante imperfectas, no creo que hagan suspirar a ninguna lectora, y
los dos protagonistas masculinos tampoco tienen demasiado atractivo.
Kate no ha despertado mis simpatías
pero Ainsley, con todas sus dudas y sus ansias de agradar, está más
viva y es capaz de transmitir más emociones.
Lo mejor: la relación de Ainsley con
su abuela. Me ha hecho reír mucho y los comentarios de la abuela son
geniales.
No es una novela inolvidable o que yo
recomendaría pero tiene ese punto dulce, divertido y familiar que
Kristan Higgins imprime en sus libros.
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