Sinopsis
Rebeca está a punto de casarse cuando
emprende un viaje con sus amigas al corazón de Escocia.
En medio de
un paisaje de subyugante belleza comienza a dudar que Mario, su
prometido, sea el amor de su vida. Pero ¿cómo saberlo?, ¿cómo
darse cuenta de que estamos haciendo la elección correcta? Cuando
conoce a Kenzie MacLeod, un joven con el aspecto de haber vivido mil
vidas del tamaño de la suya, Rebeca encuentra todas las respuestas.
Tres amigas; tres formas diferentes de
entender el amor.
Opinión
Una historia preciosa que me ha
emocionado mucho, incluso he soltado más de una lágrima.
La autora ha sido capaz de meterme de
lleno en la trama y en la atmósfera que ha creado. Encontré un
ambiente cargado de veracidad, con unos personajes perfectamente
perfilados que nos hace comprender el punto de vista de cada uno de
ellos y sus razones para actuar de una determinada manera.
Rebeca es una gran protagonista. Es una
chica tranquila de 23 años con una vida cómoda y planificada que de
repente descubre la libertad y el verdadero amor. En una semanas
sabrá lo que es sentir la felicidad más absoluta y perderlo todo,
sacrificarse por los demás, sentirse acosada por las personas que
más quieres... y lo peor de todo, resignarse a vivir con el piloto
automático puesto.
Elvira Brañanova, la madre, existe en cualquier
pueblo donde muchas familias viven de cara a la galería, no les
gusta “dar de qué hablar a nadie” y se refugian en la Iglesia
para reforzar su honor.
Me gusta mucho cómo está contada la
historia, a un ritmo lento pero constante. También la evolución de
los personajes, cómo van madurando, haciéndose más fuertes y
aceptando sus errores.
Lo mejor: las descripciones de Escocia
y el romanticismo de una boda celta.
Lo peor: el final es demasiado rápido.
Después de sufrir tanto con ellos, me hubiera gustado disfrutar un
poquito más de su felicidad.
En definitiva, un libro intenso, un
poco descorazonador con buenos personajes y preciosas descripciones.
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