Serie Amigos del barrio, número 2
Sinopsis
En la vida de Ruth no hay sitio para
nadie más… de hecho, ni siquiera hay sitio para ella misma. Cuida
su casa, a sus hermanos (ya adultos) y a su padre, que no tiene las
ideas muy claras. La mayor parte del día se le escapa en un centro
para mayores, donde no sólo hace su trabajo sino también el de la
arpía de su jefa. Su única vía de escape son las contadas
reuniones con sus amigas y pasar algún sábado que otro con un amigo
especial que le hace hermosos “diseños de interiores”.
La vida de Marcos es un cúmulo de
experiencias y viajes. Imprevisible, impaciente y visceral hace lo
que quiere, cuando quiere y como quiere (así le va). Tras varios
años vagando sin rumbo fijo, decide volver a España, su país
natal. La falta de previsión y la búsqueda de la comodidad se
confabulan para que acabe viviendo en la casa de su madre, una mujer
obsesionada con las telenovelas que vive por y para la ficción.
De niños eran los mejores amigos y los
más fieros enemigos. Pero el destino los separó. Ahora vuelven a
encontrarse, todo sigue igual y a la vez todo ha cambiado…
Opinión
Aunque el libro anterior de la serie no
me pareció nada especial, tenía que leer éste. Después de la
presentación tan misteriosa de los protagonistas en el anterior, las
pinceladas que se daban de una relación tortuosa y plagada de
secretos me picó la curiosidad.
La historia está bien, tiene un poco
de todo: humor, secretos, reencuentros, enfermedades, altruismo,
sexo, celos... aunque la verdad es que yo esperaba más. Al final se
me hizo bastante lento y muy predecible.
Ruth es una buena chica que cuida de
toda su familia, trabaja en una residencia de ancianos y tiene una
vida tranquila.
Marcos es un hombre marcado por su
infancia, sin raíces, que decide volver a la casa de su infancia.
Allí ambos vuelven a encontrarse y el
amor que ambos sentían de niños renace con más fuerza. Arrrggg...
La trama comienza muy bien (con algunas
cosas cogidas con pinzas como que coincidan viviendo en la misma
calle de un país extranjero), con muchos tira y afloja y
malentendidos pero a medida que pasamos las páginas va perdiendo
intensidad y haciéndose cada vez más pesado.
Lo bueno es que es una novela muy
coral, con muchos personajes que le añaden un poco de sal a la
historia... aunque también la alargan hasta el hastío. Entre la
larga familia de Ruth, los ancianos y trabajadores de la residencia,
el amigo gay, la insoportable madre de Marcos y la pandilla de amigos que ya
conocemos, vamos viendo las idas y venidas de la pareja.
Tengo claro que esta serie no es para
mí por lo que no seguiré con ella.
En resumen, una novela amena y con
momentos divertidos pero me esperaba algo más. Se olvida rápidamente
y no deja huella.
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